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Nelmor

Casualidades de la Misha y del Thomas

Casualidades de la Misha y del Thomas Recientemente, encontré un Artículo sobre la Misha.

En los juegos olimpicos de Moscú 1980, la mascota oficial fue una osita llamada "Misha" desde entonces el nombre se volvió muy popular, pues encontré este nombre asignado a yeguas, perras, osas, y en una cantidad mayor de casos sobre gatas, incluso hasta en nombres o apodos de personas.

Así sucedió en mi casa también, todo gato que llegara a mi casa se le llamaría "Thomas" si fuese gato y "Misha" si fuese gata y si fuese perro se le llamaría "Boby" (perras nunca tuvimos). Esta regla solamente se rompió una vez, cuando en la casa ya existía un Boby y llegó un Gran Danés con el nombre que definitivamente había que cambiarselo "Blacky", se nos afiguraba que como que el nombre era amanerado y como no se podía llamar boby, entonces lo llamamos "Black" (El mejor perro que he tenido).

El ultimo gato que tuvimos se llamó Thomas, y llegó a la casa desde recien nacido, por tener huespedes no deseados (ratones). El gato se podría decir que era mio, pues yo lo molestaba, lo espulgaba y también jugaba con el, pero también lo alimentaba y de vez en cuando limpiaba sus necesidades. El tiempo pasó y me casé, lamentablemente no me pude llevar a mi gato, pues a mi esposa no le gustan los gatos y al quedar embarazada, el bebé corría un riesgo de contraer una enfermedad producida por los pelos de gato. Con lo cual ya no podía ni siquiera tocarlo (aunque lo seguía viendo, en casa de mis padres) entonces me aparté todavía mas del Thomas.

Con el tiempo, encontró una gata callejera (mas grande en tamaño y edad que el Thomas) y dejó de llegar a la casa de mis padres. Algunos allegados a mi, me hicieron el comentario de que:

"Uno cree que adopta a los gatos, pero son los gatos los que lo adoptan a uno"

No se que tan cierto sea, pero el me pagó con la misma moneda, aunque el pobre Thomas no tenía la culpa.

Unos meses despues de que ya no llegara a la casa de mis padres lo vi (al Thomas) corriendo en unas laminas por el techo de las vecindades. Se mirava desvelado, mal comido y con un monton de golepes, le tiré un par de jamones. Se quedó a dormir un par de noches y a la tercera noche se fugó nuevamente con la "gata vieja y grande"

Comprendí que ya nunca mas lo volvería a ver, que el estaba contento con su nueva vida, pero me dolió el haberle fallado como amigo...

2 comentarios

ale -

cuando chico tubimos un perro negro en la casa, adivina como se llamó?, a ley, Blacky...

Ale -

Nelmor, Gracias por compartir tu historia, es increible las coincidencias de la vida. Me gusto mucho el comentario de tus papas, de uno no adopta a los gatos, ellos a uno, es tan cierto. Igual quede yo, sintiedome mal por dejar a mi Misha.
gracias de nuevo, y tambien por pasar.
ale